En las últimas semanas se debatió acerca de los síntomas del problema, pero no en los problemas (el dólar, revertir la crisis o desaceleración económica, por caso). En la medida que no se preste debida atención a cómo bajar los niveles inflacionarios, mejorar la competitividad, reducir el déficit fiscal, mejorar las inversiones, se ordene la política monetaria, los problemas tenderán a profundizarse. La economía no resiste más parches. En este sentido, los anuncios de Sergio Massa van en la dirección correcta; tampoco hay margen para improvisaciones. El problema más acuciante que tiene la economía argentina es la falta de dólares, el agotamiento de las fuentes de financiamiento y el estancamiento desde hace más de una década. Por eso la batería de anuncios van por: reconstruir reservas; tratar de contener el gasto, revisando el esquema de planes sociales y disminuyendo subsidios en servicios públicos; procurar aliviar la carga fiscal y la asistencia crediticia a los sectores productivos y recomponer el poder adquisitivo del salario para evitar que se enfríe el consumo. No hubo anuncios en materia cambiaria, que es el cuello de botella que hoy tiene la economía. Seguirá el esquema actual que desalienta las exportaciones. Massa apela a controles, pero no se ordena el mercado cambiario. Por lo tanto, no se diluyen las expectativas de una devaluación. Los anuncios están bien orientados y es probable que contribuyan a bajar la incertidumbre en el corto plazo. Suponiendo que el gobierno tenga relativo éxito en incrementar o sostener el consumo, el problema surge por el lado de la oferta, puesto que la capacidad productiva está al límite y con restricciones a las importaciones, lo único que se ha logrado hasta ahora es alentar más presiones inflacionarias. Para reactivar el sector productivo, se necesitan dólares, de lo contrario, la inflación seguirá alta.
La economía no resiste más parches
Por Eduardo Robinson, economista y consultor.